LAS LLUVIAS DE METEOROS DE JUNIO
Miguel Gilarte Fernández
Comienza el mes de junio y con él una ingente cantidad de lluvias de meteoros o de estrellas fugaces. Este mes está considerado como el más activo de todo el año y se pueden contar hasta 22 lluvias, algunas de ellas coinciden el mismo día con su máxima actividad (máximo). Todas las lluvias de meteoros, están asociadas a las partículas de hielo y rocas que dejan los cometas en el espacio o también un cometa extinto convertido en asteroide, pero no por ello necesariamente conocemos la vinculación de cada lluvia a su cometa correspondiente, de hecho en la mayor parte de las lluvias, desconocemos qué cometa la produce, es el caso de las lluvias de junio.
El radiante, es el lugar del cielo donde los meteoros chocan con la atmósfera terrestre; es la localización de donde parecen proceder. El nombre de cada lluvia proviene de la constelación en la que se observa y normalmente se cita la estrella más cercada de dicha constelación al radiante, por ejemplo Gamma Sagitáridas, así pues, el radiante estaría próximo a la estrella Gamma de la constelación de Sagitario.
Las lluvias comienzan, el 4 de junio, y nos encontraremos con la máxima actividad de las Omega Escórpidas y Escórpidas Sagitáridas la misma noche. La primera presenta meteoros brillantes y sus velocidades son moderadas o lentas lo que las hace aún más espectaculares, debemos mirar hacia el sur a la constelación de Escorpión para contemplar unos 5 meteoros por hora. La segunda lluvia está asociada al cometa Mellis de 1915. Puede presentar gran actividad entre los días 5 y 6. Las estrellas fugaces parecerán proceder de la constelación de Sagitario, también mirando al sur y cerca de la anterior lluvia. El día 5, la lluvia de las Chi Escórpidas, nuevamente en la constelación de Escorpión. El día 6, entra en acción las Gamma Sagitáridas, también procedente de la constelación de Sagitario.
El día 7, es el día grande de las lluvias de meteoros en junio y nos encontraremos con dos lluvias; las Ariétidas y las Zeta Perséidas. Las Ariétidas es la lluvia más importante de junio, caen a un ritmo de 66 meteoros por hora y con una velocidad moderada de 39 km/s, se contemplarán mejor, mirando hacia la constelación de Aries. Es una de las lluvias más importantes del año, ya que se llegan a contabilizar entre 50 y 80 meteoros por hora. El mejor instante para verlas, es antes del amanecer que es cuando hace su aparición la constelación de Aries, mirando al NE, que para esa noche aparecerá sobre las 4 de la madrugada. No se sabe con certeza, qué objeto es el que provoca la lluvia, aunque los astrónomos están divididos entre el asteroide 1566 Icarus y el cometa 96 P/Machholz. Muy cerca de este radiante y al sur del mismo se localiza el de las Zeta Perseidas, una de las lluvias más importantes de junio, visible también poco antes del amanecer, esta lluvia produce 20 meteoros a la hora, también se puede hacer visible la noche del 9.
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Radiante de las Ariétidas y Zeta Perséidas.
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El día 8 otras dos lluvias; las Iota Escórpidas y Líbridas. La primera se repite en la constelación de Escorpión, mientras que la segunda en la constelación de Libra, esta constelación, pegada y al W de Escorpión. Ambas constelaciones se hacen visibles nada más oscurecer.
Las Tau Hercúlidas el 9 de junio. En años atrás esta corriente meteórica ha ofrecido muy buenos resultados ya que se han observado brillantes meteoros procedentes de los restos que ha dejado en el espacio el cometa 73P/Schwassmann-Wachmann, descubierto el 2 de mayo de 1930, el cometa vuelve por las proximidades del Sol cada 5,36 años, apenas tiene 1,1 km de diámetro el núcleo, aunque es difícil predecir su órbita ya que el cometa se ha fragmentado en varias ocasiones con sus pasos próximos al Sol y ello lo ha llevado a que sea un cometa muy inestable. El radiante o lugar de dónde parecen proceder los meteoros se sitúa entre las constelaciones de Boyero y Serpiente. Se espera una actividad inusitada de la lluvia en los años 2022 y 2049. Habrá que estar atentos este año.
Las Theta Ophiúchidas, con máximo el 10 de junio. Esta lluvia produce unos 10 meteoros a la hora, el radiante se encuentra en la constelación de Ofiuco, justo al N de Escorpión. El día 15 otra lluvia que proporciona unos 8 meteoros por hora, son las Líridas de Junio, hay que mirar en las proximidades de la estrellas más brillante del cielo cuando oscurece; Vega, de la constelación de Lira. Una noche más tarde, la del día 16, se presentan las Aquílidas, cuyo radiante se localiza en la constelación del Águila. El día 18, caen las Phi Sagitáridas, con 8 meteoros por hora, radiante en la constelación de Sagitario. Día 20 de junio, Ofiúquidas, escasa lluvia con 6 meteoros por hora. Día 26, las Córvidas, apenas hay referencias de esta lluvia, en la constelación de El Cuervo. Tenemos que mirar al SW, la constelación cae bajo el horizonte al poco de oscurecer.
Día 27, cuatro lluvias. Tau Cétidas, en la constelación de la Ballena, es una de las lluvias más pobres del mes con 4 meteoros a la hora. Escútidas, cuyo radiante se localiza en la pequeña constelación del Escudo, muy difícil de distinguir dicha constelación porque sus estrellas son poco brillantes y se pierden entre las nubes que conforman la Vía Láctea. Solo 2 meteoros por hora. Rho Sagitáridas, nuevamente el radiante se sitúa en la constelación de Sagitario. Boótidas de Junio, la tasa de meteoros por hora es muy variable, visible el radiante en la constelación de Boyero, la constelación que domina la brillante estrella Arturo, se oculta bajo el horizonte sobre las 5 de la mañana.
Se cierra el mes de junio con tres lluvias muy pobres; día 29, la lluvia de las Beta Táuridas, aunque el radiante se hace visible de día. El Sol se encuentra en la constelación de Gémini, muy cerca de Tauro. Es conveniente observarla antes del amanecer. Phi Ofiúquidas, pobre lluvia con 2 meteoros a la hora, visible en la constelación de Ofiuco. Y por último las Tau Acuáridas, también con 2 meteoros a la hora.
Consejos para observar las lluvias:
1.- No hace falta ninguna ayuda óptica, se deben observar a simple vista y en la dirección del radiante.
2.- Aléjese de las ciudades y busque un lugar lo más oscuro posible sin obstáculos en el horizonte.
3.- La mejor forma de observar, es tumbado o sentados y reclinados.
4.- Contemple las lluvias cuando la Luna no haga su aparición, ya que con su luz, no nos dejará ver parte de la lluvia.
Asociación Astronómica de España